
Es primordial saber que la visión se desarrolla desde que el niño nace hasta aproximadamente los 8 años de edad. Por ello, cualquier patología que aparezca en este periodo de tiempo puede ocasionar una detención en el desarrollo visual y una ambliopía (u “ojo vago”) que normalmente es curable si se diagnostica precozmente y se trata correctamente.
Revisiones oculares rutinarias aconsejadas en los niños:
- Al nacer: Para descartar anomalías congénitas (Malformaciones, Ptosis, Catarata, Glaucoma, Tumores, etc.).
- Entre los 6 meses y los 2 años y medio de edad: Para descartar Estrabismo, Ambliopía, Tortícolis de origen ocular, etc.
- A los 2,5-4 años: Se debe realizar la primera exploración oftalmológica completa en todo niño (aunque sea “aparentemente normal”); a ser posible, por un oftalmólogo pediátrico o infantil.
Dicha exploración incluirá los siguientes estudios: Agudeza visual (para detectar la Ambliopía u “ojo vago”), Visión Binocular o Visión estereoscópica, Visión Cromática o Visión de los colores (para descartar un posible Daltonismo), Reflejos pupilares, Motilidad ocular (para realizar el diagnóstico de Estrabismo o Foria y descartar un posible Tortícolis de causa ocular), Refracción con colirio ciclopléjico (con el fin de diagnosticar las Ametropías o defectos de refracción -miopía, hipermetropía, astigmatismo, anisometropía-), Anejos oculares (para detectar patología de los párpados, vías lagrimales y órbita), Polo anterior mediante biomicroscopía con lámpara de hendidura (para descartar enfermedades de conjuntiva, córnea, iris, cristalino, etc.), Tensión ocular (para la detección precoz de un Glaucoma infantil) y Fondo de ojo bajo midriasis medicamentosa (para la detección de patología vítreo-retiniana, patología del nervio óptico, tumores retinianos propios de la infancia, etc.).
Si el niño presenta un problema (por ejemplo, una ambliopía), se le realizarán revisiones periódicas (cada 3-4 meses) hasta que esté superado.
De los 4 a los 10 años: Se debe realizar una revisión oftalmológica anual para vigilar el desarrollo de la agudeza visual, que culmina alrededor de los 8 años de edad. Se hará más o menos frecuentemente dependiendo de si existe o no un problema.
De los 10 a los 16 años: Se debe realizar una revisión oftalmológica cada dos años. Se hará más o menos frecuentemente dependiendo de si existe o no un problema.
Revisiones oculares obligadas en los niños: En las siguientes situaciones:
- Anomalías palpebrales.
- Lagrimeo y conjuntivitis frecuentes: Posible Obstrucción del conducto lagrimo-nasal.
- Lagrimeo, Fotofobia, Córneas grandes: Posible Glaucoma.
- Leucocoria (o pupila blanca): Posible Catarata, Retinoblastoma, etc.
- Desviación de uno o ambos ojos: Posible Estrabismo.
- Movimientos rápidos y repetidos de los ojos: Posible Nistagmus.
- Tortícolis (o posición anómala de la cabeza): Posible Tortícolis de origen ocular.
- Enrojecimiento ocular: Posible Infección o Inflamación ocular, etc.
- Dificultades visuales: Posible Baja visión debida a múltiples patologías oculares o defectos refractivos altos.
- Diferente visión entre un ojo y otro: Posible Ambliopía, etc.
- Retraso en el aprendizaje escolar: Posible Ametropía, etc.
- Cefalea (dolor de cabeza) tras esfuerzo visual: Posible Defecto refractivo o Foria.
- Dificultad para ver los objetos lejanos (pizarra, televisión, etc.) o se acercan mucho al texto (cuando leen o escriben) o a la televisión: Posible Ametropía, etc.
- Antecedentes familiares de miopía, hipermetropía, astigmatismo u otras enfermedades oculares.