Es muy poco frecuente. Generalmente se debe a hipertelorismo (separación grande entre los ojos) o a descentramiento nasal del reflejo luminoso corneal por ángulos kappa positivos (la mayoría), ectopias maculares o fijaciones excéntricas.
Para hacer el diagnóstico, el oftalmólogo pediátrico examina con un punto luminoso si el reflejo de luz está centrado en ambos ojos y cae simétricamente en ambas pupilas; y con el cover alterno (oclusión alternante de uno y otro ojo) confirma esta condición.
En ocasiones, la sensación de estrabismo es tan grande que resulta difícil convencer a los padres de que su hijo no desvía.
Como hay casos de pseudoestrabismo que también tienen estrabismo, siempre debe explorar al niño un oftalmólogo pediátrico. Además, como estos niños pueden desarrollar más tarde un estrabismo, son necesarias valoraciones repetidas si no mejora la supuesta desviación.
No requiere tratamiento.