Aunque el reflejo luminoso está centrado en ambas pupilas, el epicantus contribuye a una falsa apariencia de desviación convergente (pseudoendotropia o pseudoestrabismo convergente) cuando están alineados con precisión ambos ejes visuales. Se debe a que la familia juzga por las zonas blancas de esclera que se ven a los lados nasales de la córnea (que en estos casos no existen o son menores de lo que cabría esperar) y cree que el niño mete el ojo, en especial en las miradas laterales (el ojo se esconde en el repliegue). Es especialmente notable en fotos.
Este rasgo es muy frecuente en la raza occidental y va desapareciendo con el crecimiento del niño: El puente nasal se hace más prominente, desplaza los pliegues epicánticos y el niño supera este aspecto. Sin embargo es aún más frecuente en la raza oriental y, aunque suele atenuarse la sensación de estrabismo, permanece en la edad adulta.
Para hacer el diagnóstico, el oftalmólogo pediátrico examina con un punto luminoso si el reflejo de luz está centrado en ambos ojos y cae simétricamente en ambas pupilas; y con el cover alterno (oclusión alternante de uno y otro ojo) confirma esta condición.
Como hay casos de epicantus que también tienen estrabismo, siempre debe explorar al niño un oftalmólogo pediátrico. Además, como estos niños pueden desarrollar más tarde un estrabismo, son necesarias valoraciones repetidas si no mejora la supuesta desviación.
No requiere tratamiento.