Se presenta como un nódulo indoloro, redondeado y firme, de diferentes tamaños en la lámina tarsal. A veces, aparece más de un chalazión en el mismo párpado al mismo tiempo o en varios párpados de uno o ambos ojos. Ocasionalmente, un chalazión del parpado superior puede presionar sobre la córnea y causar visión borrosa por astigmatismo provocado.
La eversión del párpado puede mostrar un granuloma polipoide asociado, si la lesión se ha roto a través de la conjuntiva tarsal.
Si se repiten con cierta frecuencia, su causa suele ser una blefaritis. La pauta de higiene palpebral diaria puede reducir las posibilidades de aparición de nuevas lesiones.
Con frecuencia se resuelven espontáneamente en varios días o semanas, pero a veces puede tardar meses en desaparecer por completo. El calor local puede estimular el drenaje de la glándula taponada. En ocasiones se precisa la aplicación de antiinflamatorios tópicos. Las lesiones grandes y persistentes suelen requerir tratamiento quirúrgico. La inyección de corticoides intralesionales (triamcinolona) puede ser una buena alternativa a la cirugía.