Sin embargo, a partir de los treinta noté que mis ojos volvían a desviarse. Aunque este cambio fue produciéndose poco a poco, fui consciente de que era irreversible. Empecé a cohibirme, a desviar mi mirada cuando hablaba con los demás o a apartarme cuando tocaba hacerse una foto. Dejé de mirar a los ojos.
Con el tiempo, pensé que tenía que resolver este problema porque afectaba a mis relaciones personales y profesionales. El resultado de mi primera operación fue tan positivo que sabía que podía volver a sentirme bien. Me informé y aprendí sobre el estrabismo, y decidí ponerme en manos de la Dra. Merchante.
Aunque no soy médico, creo que el estrabismo es un defecto muy interesante. La desviación de los ojos es lo evidente, pero parte del problema está en el cerebro. Es un defecto que puede y debe tratarse, pero por expertos.
Me sentí cómodo desde la primera consulta en la Clínica San Bernardo . El trato de la doctora, Paqui y el resto del equipo fue excelente en todo momento. Hicieron que me sintiera seguro y convencido de que podía dar marcha atrás en el tiempo. La solución a mi caso fue la cirugía, que tuvo un resultado fantástico. Tanto es así, que uno de mis sobrinos, de cuatro añitos, es ahora paciente suyo. Estoy seguro de que, con el tratamiento de la doctora, él podrá disfrutar de su mirada y sus preciosos ojos azules como hice y hago yo.
Antes:
Después: